Cómo viajar gratis por Corea

Para muchos, Corea del Sur es sinónimo de Seúl. Y para de contar. No es fácil buscar ni medios de transporte ni por tanto buenos precios para viajar dentro del país, pues la oferta a la que podemos acceder los que aún no controlamos el coreano está bastante limitada. La razón es que la web coreana aún no está preparada para el turista occidental. En pocas palabras, si no hablas coreano, chino o japonés, muchas veces es complicado moverse por Internet.



No obstante, hay organizaciones que han detectado esta necesidad. La más famosa es probablemente Visit Korea, de la que ya escribí en "Mimando a los extranjeros". Su servicio de Free Shuttle Bus te permite visitar dos de las ciudades más impresionantes de Corea: Jeonju y Busan.
El proceso es simple, en inglés y conocido por todos: accedes a su página web, eliges una fecha, rellenas sus datos y recibes un e-mail de confirmación.
Los autobuses salen todos los días desde Seúl, Jeonju y Busan. Los trayectos son de 3 horas para Seúl-Jeonju y de 6 para Seúl-Busan (ciudad que se sitúa en la otra punta del país). Además, al ser un servicio reservado para extranjeros, seguramente conocerás a alguien con quien pasar el fin de semana si vas a la aventura. En cada bus viaja un guía local, al que le podrás pedir consejo sobre dónde alojarte, qué ver o a dónde dirigirte nada más llegar a la ciudad de destino.

¿¿¿Se me ha olvidado decir que es gratis???





Top 5 comportamientos bizarros

Creo que todos estamos de acuerdo en lo distantes que estamos las culturas asiática y occidental. No sólo en cuanto a gastronomía, arte o religión sino también en cuanto a maneras de expresarse. Hace pocos días dediqué una entrada a 5 gestos coreanos que llamaron especialmente mi atención. Hoy hago lo mismo pero con otros 5 gestos a los que he bautizado de "bizarros"; sin ánimo de despreciarlos, hay una serie de comportamientos a los que no estaba en absoluto acostumbrado y que por mucho que conviva con ellos, siguen chocándome.

¡Los héroes del death metal te saludan!



Cuán asombrosos resultan esos sonidos que profieren los coreanos con sus gargantas. A método de purificación–o al menos eso piensa un servidor– tienen la costumbre de forzar la garganta como cuando quieres hacer flema, para luego escupir. Esto lo hacen en la calle–una sopresa ver a tantas mujeres hacerlo también–, en baños y a la hora de ducharse. Puede o no parecer normal, pero el sonido resulta alarmante; sobre todo cuando tu compañero de piso coreano te dedica una desgarradora sonata todas las mañanas desde la ducha.

Sorrrrbete.

¡Tó rico!

Los chinos están asimismo incluídos en este club: el club de sorber todo lo que contenga líquidos. Con cuchara o con palillos, con tallarines o con sopas, los coreanos te demuestran que eso de que sorber sea de mala educación está restringido a nuestro mundo. 


El arte del empujón.



Esto es algo de lo que más me ha chocado, sin duda. El empujón en la calle o en el metro (así como el de que espera en el andén y se hace paso antes de que siquiera hayas salido del vagón) atenta con todas mis ideas sobre el respeto en Corea. Si bien es un país tremendamente tradicional en cuanto al respeto, la distancia y la propiedad, los empujones se suceden con frecuencia. Y no esperes un "perdone usted" de vuelta. Mirada al frente y a sacar hombros.


Ambiente siestero en el aula.

Si algo hemos exportado los españoles es esa graciosa rima de "siesta y fiesta". Allá a donde vayas, saldrá al menos en una conversación con algún extranjero con conocimientos básicos de España. Lo que no sabrá es que en Corea también practican lo de la siesta... ¡en clase! En Corea la asistencia a clase es primordial para poder aprobar una asignatura, tanto que puedes suspender sólo con faltar 3 o 4 veces a clase. Prueba de la masiva asistencia de los estudiantes a clase son situaciones como esta (imágenes tomadas en dos de mis clases de la University of Seoul):

No podemos decir que no hayan asistido a clase.


El colega Sergey adaptándose al medio.


Al límite de la timidez. 



Sobre esto dedicaré una entrada aparte, porque se podría discutir largo y tendido sobre el tema. El grado de timidez de los coreanos supera el de cualquier otra persona que haya conocido en este mundo. Esta timidez es palpable en clase (casi nadie participa), al pedir un taxi (muchos no pararán al ver que eres extranjero, ya que temen no entender dónde tienen que llevarte), al pedir ayuda en la calle (mirada esquiva y aceleración) o en la discoteca. Esto último bien es cierto que puede tener otra explicación.

Si bien, como todo, hay excepciones. El nivel de inglés está directamente relacionado con el grado de timidez de los coreanos; por tanto, y desde el punto de vista de un extranjero, su implicación será mayor cuanto más confiados se sientan con el inglés. Lo mismo ocurre con el hecho de que hayan viajado o no. El contacto con coreanos que no han salido nunca de Corea es bastante más limitado que con el que ha visto un poco de mundo y está más expuesto a otras culturas y comportamientos.

Top 5 gestos coreanos

La manera en que nos expresamos dice mucho de nuestra personalidad, que en cierto modo se deduce de la cultura con la que nos identificamos. Los coreanos emplean bastantes gestos, no tanto a la hora de hablar como en los países mediterráneos o Latinoamérica sino como pequeñas muestras de respeto. 
Aquí recojo los que más me han sorprendido y que se utilizan en el día a día. Mi particular top 5:


Saludos de hasta 45º.


El primer gesto que salta a la vista es el del saludo. Un annyeonghaseyo (hola en coreano) va siempre acompañado de una pequeña inclinación. Lo mismo ocurre con la despedida. Dicha inclinación será más pronunciada según la muestra de respeto que quiera mostrarse: cuanto mayor sea la persona, más respeto deberemos mostrar hacia a ella y por tanto más deberemos inclinarnos. Cuando ya hay confianza con alguien–siempre que sea de más o menos nuestra edad–, no es tan necesario.
Esta inclinación se pone en evidencia cuando entregamos a recibimos algo, en señal de agradecimiento y siempre teniendo en cuenta la edad de la otra persona.



Rotundamente no.


La cultura asiática tiende a andarse con rodeos antes que dar un NO por respuesta. Pero cuando pasa en Corea, es tan rotundo como que te hacen la cruz y se acabó la discusión.



La risa tapada.


Mención especial merece el gesto de taparse la boca cuando se sonríe. Es un gesto que hacen las mujeres. He escuchado ya varias explicaciones sobre este extraño fenómeno, como que las mujeres muestren los dientes esté mal visto por la cultura coreana. La timidez coreana también ha aparecido en alguna que otra "tesis" de barra de bar. Otra bastante extendida es que, dado el especial culto que en este país se le da a la belleza y la estética, las mujeres tapan sus dientes cuando éstos están descolocados. Me parece una explicación bastante paradójica pues si tanto gusto tienen por la estética y se practican tantas operaciones, ¿por qué no probar con la ortodoncia?


Hola y adiós y esguince de muñeca.


Si bien la inclinación es muestra de respeto cuando no tenemos la confianza suficiente con la otra persona, no es la única forma de saludar en Corea. El "hola" y "adiós" que conocemos en occidente también existen por estos lares. La única diferencia es la intensa y agitada energía que emplean los coreanos para saludar. Ya sean hombres o mujeres, la efusividad les llega hasta la punta de los dedos.


A dos manos.


Otro gesto del día a día es cuando se entrega o recibe algo (dinero, una tarjeta, un papel, una botella...). Los coreanos utilizan las dos manos como en la imagen, y en muchas ocasiones se emplea sólo una que reposa sobre la otra, incrementando la señal de respeto.
Una situación curiosa que puede presentarse en cuando recibes de alguien una tarjeta personal (tarjeta de negocio, por ejemplo). No sólo deberás recibirla con las dos manos, sino que debes leerla entera, inclinarte a continuación y jamás guardarla en el bolsillo trasero del pantalón.


Mimando a los extranjeros

Hay una sensación que todo extranjero comparte en Corea: les gustamos. Y no hablo desde un punto de vista sexual–del cual podríamos sentarnos a discutir durante unas cuantas hora– si no en el trato y en el servicio. Bien es cierto que no pasa siempre y que la barrera del idioma sigue siendo un handicap enorme a la hora de tratar con los coreanos.
Pero no son pocas las veces que alguien puede cambiar de dirección simplemente para acompañarte a donde sea, a pararte por la calle para que te hagas una foto con él/ella o para decirte lo guapo que eres, comentario que sale tanto de boca de ellos como de ellas. Bastante chocante es esta última situación ya que no estoy hablando de homosexuales, si no de un tipo que va agarrado de su novia, te dedica una sonrisa y un "you are very handsome". Tal cual.
Quizás por su predisposición a no decir nunca "no" directamente–actitud muy asiática, no sólo coreana–, los coreanos son en general gente dispuesta a ayudarte.

Posando para la prensa coreana: Gangnam Style en la plaza Gwanghwamun, Seúl

Desde un punto de vista más ocioso, te verás envuelto en situaciones donde, sin quererlo ni beberlo, te ofrecerán algo (desde un kebab hasta un viaje gratis por Corea. No miento). Somos una atracción para ellos.
Viajar gratis por Corea si eres extranjero es una realidad: Visit Korea pone a disposición de los turistas autobuses gratuitos desde Seúl a Jeonju (un auténtico museo hecho ciudad) y Busan (2ª ciudad más grande del país y famosa por sus playas y su festival de cine).
Además, podrás encontrar interesantes cupones de ofertas (moda, restauración, ocio) y descuentos en viajes organizados a los puntos de mayor interés del país a los que es más difícil acceder sin un conocimiento del idioma.

En definitiva, Corea del Sur está en plena expansión turística y es por tanto un buen momento para beneficiarse de esta situación en la que el turista extranjero es mimado y bien tratado.

Playa de Gwangalli, Busan

Omnipresente Samsung

En un país en el que el iPhone es visto con otros ojos y la Blackberry es un obsoleto objeto del pasado y donde los programas de televisión son pura adicción, una empresa acapara manos y ojos de todo el pueblo coreano: Samsung.
Televisores, frigoríficos, lavadoras, reproductores de audio, seguros de vida, redes de telecomunicaciones e incluso parques de atracciones, barcos y piezas para Airbus. Y cómo no, smartphones. Auténticas tabletas que llevan pegadas a la mano las 24 horas del día. Los coreanos además tienen la tendencia de comprarse los móviles con las pantallas más grandes del mercado con el objeto de ver la tele y jugar: el Samsung Galaxy Note II es el mejor ejemplo. Y el metro se convierte en una verdadera feria electrónica.



Samsung, esa empresa que empezó sus andaduras en los años 30 vendiendo noodles–una suerte de tallarines– y que hasta los años 60 no entró en el mercado de la tecnología, es el orgullo nacional y la primera empresa entre los recién graduados coreanos para comenzar la carrera profesional.

On air: cómo es Corea

Hace unos días entrevistaron en Radio Nacional de España a un compañero de mi universidad (Universidad Carlos III de Madrid) contando cómo fue su estancia en la University of Seoul y su punto de vista sobre Corea del Sur.
Si quieres escuchar una experiencia de primera mano, pasa al minuto 37:20 y sueña con Corea. Cierra la entrevista, como no podía ser de otra manera, ¡el Gangnam Style!



El konglish o la paradoja del lenguaje

Muchos me preguntan sobre cómo va con el inglés aquí en Corea y si las clases de la universidad son en inglés. A la segunda cuestión contesto que por supuesto, todas las clases que forman parte de un intercambio entre universidades coreanas y extranjeras están preparadas e impartidas en el que aún es el idioma más global: inglés. Los profesores son en su gran mayoría PhD en universidades americanas o en sus respectivos países y su nivel de inglés–y de comprensión– es más que notable.

No obstante, lejos del ambiente académico, la lengua de Shakespeare cojea un poco. Más allá de la innata timidez coreana y de que el idioma oficial es el coreano, hay algo que me tiene muy intrigado y que nadie parece saber responder. Y es que muchas palabras que se utilizan en el día a día, están basadas en el inglés. Es el denominado, sin ánimo de inventar un neologismo, konglish o coreano al estilo inglés.
Debido a la gran influencia que ha tenido históricamente Estados Unidos en Corea del Sur tras la guerra  civil de mediados del sXX, muchas expresiones y palabras comenzaron a emplearse a la inglesa; así parecían más cool. Más de 6000 palabras del vocabulario coreano tienen su base en el inglés.

Tomo prestada esta lista de Wikipedia para ilustrar de lo que estoy hablando, entendiendo "Romanization" como la forma de "decir" lo escrito a continuación en coreano o Hangeul:



Pues bien, a pesar de esta inundación lingüística, siguen sin saber muy bien qué contestar o qué decir cuando tratas de hablar con ellos. La paradoja coreana en estado puro.