Top 5 comportamientos bizarros

Creo que todos estamos de acuerdo en lo distantes que estamos las culturas asiática y occidental. No sólo en cuanto a gastronomía, arte o religión sino también en cuanto a maneras de expresarse. Hace pocos días dediqué una entrada a 5 gestos coreanos que llamaron especialmente mi atención. Hoy hago lo mismo pero con otros 5 gestos a los que he bautizado de "bizarros"; sin ánimo de despreciarlos, hay una serie de comportamientos a los que no estaba en absoluto acostumbrado y que por mucho que conviva con ellos, siguen chocándome.

¡Los héroes del death metal te saludan!



Cuán asombrosos resultan esos sonidos que profieren los coreanos con sus gargantas. A método de purificación–o al menos eso piensa un servidor– tienen la costumbre de forzar la garganta como cuando quieres hacer flema, para luego escupir. Esto lo hacen en la calle–una sopresa ver a tantas mujeres hacerlo también–, en baños y a la hora de ducharse. Puede o no parecer normal, pero el sonido resulta alarmante; sobre todo cuando tu compañero de piso coreano te dedica una desgarradora sonata todas las mañanas desde la ducha.

Sorrrrbete.

¡Tó rico!

Los chinos están asimismo incluídos en este club: el club de sorber todo lo que contenga líquidos. Con cuchara o con palillos, con tallarines o con sopas, los coreanos te demuestran que eso de que sorber sea de mala educación está restringido a nuestro mundo. 


El arte del empujón.



Esto es algo de lo que más me ha chocado, sin duda. El empujón en la calle o en el metro (así como el de que espera en el andén y se hace paso antes de que siquiera hayas salido del vagón) atenta con todas mis ideas sobre el respeto en Corea. Si bien es un país tremendamente tradicional en cuanto al respeto, la distancia y la propiedad, los empujones se suceden con frecuencia. Y no esperes un "perdone usted" de vuelta. Mirada al frente y a sacar hombros.


Ambiente siestero en el aula.

Si algo hemos exportado los españoles es esa graciosa rima de "siesta y fiesta". Allá a donde vayas, saldrá al menos en una conversación con algún extranjero con conocimientos básicos de España. Lo que no sabrá es que en Corea también practican lo de la siesta... ¡en clase! En Corea la asistencia a clase es primordial para poder aprobar una asignatura, tanto que puedes suspender sólo con faltar 3 o 4 veces a clase. Prueba de la masiva asistencia de los estudiantes a clase son situaciones como esta (imágenes tomadas en dos de mis clases de la University of Seoul):

No podemos decir que no hayan asistido a clase.


El colega Sergey adaptándose al medio.


Al límite de la timidez. 



Sobre esto dedicaré una entrada aparte, porque se podría discutir largo y tendido sobre el tema. El grado de timidez de los coreanos supera el de cualquier otra persona que haya conocido en este mundo. Esta timidez es palpable en clase (casi nadie participa), al pedir un taxi (muchos no pararán al ver que eres extranjero, ya que temen no entender dónde tienen que llevarte), al pedir ayuda en la calle (mirada esquiva y aceleración) o en la discoteca. Esto último bien es cierto que puede tener otra explicación.

Si bien, como todo, hay excepciones. El nivel de inglés está directamente relacionado con el grado de timidez de los coreanos; por tanto, y desde el punto de vista de un extranjero, su implicación será mayor cuanto más confiados se sientan con el inglés. Lo mismo ocurre con el hecho de que hayan viajado o no. El contacto con coreanos que no han salido nunca de Corea es bastante más limitado que con el que ha visto un poco de mundo y está más expuesto a otras culturas y comportamientos.

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